São
Paulo, 14 de mayo de 1994. De 1,84 m de altura, "Marquinhos”
es un defensa central diestro que acaba de ser fichado el pasado
verano por 32.000.000 € por el Paris Saint-Germain de la Ligue 1
francesa.
Marquinhos,
un central típico brasileño: gran salida de balón, contundente y
que sabe posicionarse muy bien en el terreno de juego. Siempre está
donde tiene que estar, incomodando al rival. Sin ser muy corpulento,
tiene buen juego aéreo y gran golpeo de balón. También puede jugar
como lateral derecho y medio defensivo.
Comenzó
su andadura profesional en su equipo de toda la vida, el Corinthians
brasileño (llegó a las filas del equipo a la edad de ocho años, en
2002). Allí, en su primera etapa como futbolista, fue considerado
uno de los jóvenes más prometedores. Y es que estaban en lo cierto.
Tras diez años de experiencia en la cantera del club, en 2010 fue
llamado por la selección brasileña Sub-17. Era su primera
convocatoria con “la canarinha”. Hizo 6 apariciones
oficiales en la Liga brasileña y 8 en el Torneo Paulista con el primer equipo, en las que
empezaba a destacar muy precozmente gracias a su versatilidad y la
mezcla entre poderío físico y técnica, algo que a día de hoy es
lo que más podemos destacar de este gran defensa.
En
julio de 2012, Marquinhos firmó por la AS Roma de la Serie A
italiana por 3.000.000 €. Su debut fue el 16 de septiembre de ese
mismo año en una derrota por 3-2 ante el Bologna. Su primer año en
Europa fue toda una sorpresa, siendo uno de los mejores jugadores del
equipo giallorossi, sobre
todo al principio de temporada. Luego fue de más a menos,
intercambiando su lugar en el once con Nicolás Burdisso, y jugando
en el eje de la zaga junto con un ex compañero de su antiguo equipo,
Leandro Castán (27 años). Jugó 30 partidos, 26 de ellos saliendo
como titular, cifra digna de admirar para un debutante tan joven (18
años en ese momento) y que juega en una posición tan arriesgada e
importante como es la de central. Refleja así su madurez
futbolística y la facilidad de adaptación que ha tenido en el viejo
continente.
Madurez
que no ha pasado desapercibida para los equipos punteros: pretendido
a final de temporada por equipos como el FC Barcelona (del que ya se
daba por fichado y que llegó a ofrecer
25.000.000 €) y Manchester United, se lo acabó llevando el que, a
día de hoy, es el equipo de fútbol con más dinero del mundo, el
PSG francés. El dueño del club, el qatarí Nasser Ghanem
Al-Khelaifi, decidió desembolsar 32.000.000 € (+3.000.000 €
variables) para traerse a la perla de la AS Roma, rompiendo así
cualquier aspiración de otros clubes que querían llevárselo. Una
cantidad totalmente desorbitada, y más si tenemos en cuenta que se
trata de un central con poca experiencia europea y nula con su
selección absoluta, ya que solo ha jugado un partido amistoso con
Brasil y su posición es la mejor cubierta (Thiago Silva, David Luiz,
Dante, Dedé…). Comenzaba así su aventura francesa.
El
20 de julio de 2013, firmó un contrato de cinco años con los
parisinos, declarando estar muy contento por "unirme al París
Saint-Germain, un club en el que tantos brasileños han jugado y
ayudado a escribir la historia del club".
Marquinhos
está justificando su precio: en la presente temporada, lleva 14
partidos jugados, 12 de ellos como titular, y ha marcado en 3
ocasiones, batiendo así sus cifras goleadoras, ya que no se había
estrenado como profesional de cara al gol. Ha debutado en la Ligue 1
(un gol y una amarilla) y en la Champions League, marcando 2 goles en
5 partidos, y dando una asistencia espectacular a Edinson Cavani en el quinto partido,
ante el Olympiacos griego, demostrando así que
también posee una gran visión de juego, algo que también le
permite sacar el balón con claridad desde atrás.
Este
final de año tan bueno de Marquinhos le ha permitido escalar muchos
puestos en el Premio Golden Boy, quedando 5º en esta edición 2013.
“Esta
etapa en París está siendo mágica. Llegar aquí también resultó
complicado y había dudas con respecto a mí”, declaró Marquinhos
en una entrevista reciente hecha por la FIFA al jugador carioca. “He
hecho grandes partidos y he marcado goles, pero, por desgracia, los
errores también ocurren. Aquel incidente contra el Saint-Étienne me
dejó muy tocado, pero procuro asimilar bien las críticas y tratar
de mejorar siempre. Soy consciente de que sólo tengo 19 años y
mucho camino por recorrer todavía, así que intento hacerlo lo mejor
posible de la única forma que conozco: con tranquilidad y mucho
trabajo”, añade.
Aunque
con algún contratiempo, Marquinhos ha sabido aprovechar bien las
oportunidades que ha tenido a lo largo de su carrera. Marquinhos
tendrá que emplearse a fondo para ganarse no sólo la confianza del
entrenador, sino también una de las pocas plazas que quedan libres
para el Mundial que se celebra en su país natal. Un sueño que ahora
persigue Marcos Aoás Corrêa, como cualquier otro jugador brasileño.
Sin
duda, la misión se presenta muy complicada, pero el zaguero parece
al menos haber encontrado una buena fórmula. “Me lo tomaré con
humildad, a mi manera, demostrando la educación que mis padres me
han dado para intentar ganarme al grupo. Soy consciente de que el
aspecto extra-futbolístico también es muy importante y que la
selección es como una familia. Sobre el césped hay que emplearse al
máximo en cada entrenamiento y demostrar lo que vales para
aprovechar las oportunidades, tanto si te dan un segundo como si te
conceden 45 minutos”. Marquinhos ya sabe la receta, su calidad y
polivalencia harán el resto.
Mejores
jugadas de Marquinhos como jugador romano (6' 28'')